Muchas veces nos resulta díficil incorporar a nuestra dieta la coliflor, y si hablamos de los niños...¡ni os cuento! Hoy os vengo a hablar de este vegetal tan interesante a nivel nutricional: es rico en vitamina C y vitamina B, tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, y entre otras cosas ayuda a potenciar nuestro sistema inmunitario. Además, es una de las mejores fuentes vegetales de calcio que podemos encontrarnos.

Dicho lo cual, ya sabemos bien que sería interesante aumentar la ingesta de coliflor en nuestro día a día, ahora os enseñaré una manera súper sencilla de cocinarla, ¡y ya veréis que rico! Es una crema súper suave y sabrosa que nos servirá como un perfecto entrante. A la vez, como modo alternativo, yo también la uso a modo de pseudo bechamel en cualquier cobertura.

INGREDIENTES

• 100 g de puerro


• 50 g de mantequilla (podemos sustituirlo por aceite de oliva)


• 500 g de coliflor


• 150 g de patatas


• 200 g de leche entera


• 700 g de agua (esta cantidad un poco al gusto del consumidor)


• 1 cucharadita de sal


• 1 pellizco de pimienta blanca o negra


• 1 pellizco de nuez moscada

PROCEDIMIENTO

1. Ponga en el vaso el puerro y trocee 4 segundos a velocidad 5.


2. Baje el puerro de las paredes ayudándose con la espátula. Incorpore la mantequilla y rehogue 8 minutos, 100º, velocidad 2.


3. Añada la coliflor, las patatas, el agua, la leche, la sal y las especias. Programe 30 minutos, 90º, velocidad 2. Espere unos minutos a que baje la temperatura y triture 2 minutos a velocidad 5-10 progresivamente. 

Para la crema, utilicé para darle color y aportarle grasas buenas, semillas de lino molido, otra opción son pipas de calabaza u otras semillas.

Como os dije anteriormente, otra forma de emplear esta crema en la cocina, es a modo de bechamel. La utilicé como cobertura en una lasaña con láminas de calabacín, podéis utilizar relleno a vuestro gusto :)